lunes, 30 de enero de 2012

ENTRADA 13: Nadie muere virgen.

No había forma alguna de que su hermano haya pasado a través de eso, era imposible, pero sin embargo, Abby se encontraba fuertemente convencida de que ahí se encontraba. Dudo mucho de que haya ido ahí por una simple penicilina, para el caso de "que la necesitaran". Debía de haber algo escondido en eso, pero no le pregunté, no me parecía correcto.

- Debemos irnos rápido - le dije - Todos esos zombis que se nos avecinan no vienen precisamente a hacer una nueva amistad.

Me había mirado con cara de sorpresa. Claro, su hermano podría estar a menos de 50 metros y no podíamos hacer nada. Rápidamente puse marcha atrás y nos fuimos de esa calle, otra vez pensando que hacer. Eso de pensar y tomar decisiones ya se me estaba poniendo tedioso, sobre todo porque no estaba acostumbrado a ellas, y la consecuencia de una de esas se vería reflejada tiempo más tarde. Historia que contaré otro día.

Se notaba que estaba pensando en algo, pero mucho no podía contemplar. Cada vez que la miraba, ella lo notaba y se sonrojaba. Además, siendo un poco tímida al comienzo, mezclado con que no me gusta hablar demasiado, obteníamos como resultado ese silencio casi inquebrantable entre nosotros. Por supuesto, eso fue al comienzo, pero de nuevo, esa es otra historia para otro día.

- Tengo un plan - me dijo, interrumpiendo ese silencio anteriormente mencionado - El helipuerto del hospital se encuentra a un par de cuadras y tiene un túnel subterráneo que lo conecta con este. Era utilizado como una manera rápida para transportar heridos y órganos a trasplantar.
- ¿Cómo sabes eso? - le pregunté sorprendido.
- Tuve la oportunidad de ver como funcionaba el hospital gracias a mi madre. Trabaja como médica en el hospital. Trabajaba, no se. 

Esto último me había dicho con un par de lágrimas rozándole sus mejillas. Se nota que estaba preocupada por su madre, y algo me decía que su hermano no fue por penicilina. Creo que ella sabía eso, pero no me lo debe de haber dicho por temor a lo que yo pensara. Tal vez también sabía que era suicida. De todos modos, era una situación jodida, y estoy seguro que el hermano entró por ese túnel que ella me había mencionado. Genial, más gente que buscar era algo que no me apetecía en esa situación, pero no podía negarme, se lo había prometido.

Le dije que me indicara cuál era el camino y ella me señaló de manera tranquila dónde debíamos doblar y todo lo demás, hasta que habíamos llegado. El predio que rodeaba el helipuerto era grande, rodeado por un alambrado en todo su alrededor. La puerta estaba antiguamente custodiada por un guardia de seguridad, que cuando pasamos lo vimos convertido en uno de esos monstruos. Pobre, nadie merecía acabar así, y no se por qué yo tuve mayor suerte que él. Nunca entenderé que fue lo que pasó, las noticias nunca dieron mucha información sobre esto, y la vida, bueno, de la vida no hay mucho que decir, solo sé que ninguno de nosotros morirá virgen, la vida nos cogerá a todos. Sabias palabras de Kurt.

La puerta de la entrada no costó mucho volverla a abrir, era corrediza, por lo que me había bajado a abrirla, y no habían muchos zombis ahí dentro. El túnel de entrada fue lo más difícil de encontrar, tuvimos que entrar al edificio principal del helipuerto para poder encontrarla. Y atravesar la puerta que nos llevaba al hospital no era muy sencillo, estaba cerrada electrónicamente y solo se podía abrir con la tarjeta electrónica. Y aquí es cuando la vida nos vuelve a coger. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario