lunes, 21 de enero de 2013

ENTRADA 35: Todo sigue siendo igual...

Simplemente no nos lo podíamos creer. Pensábamos que seguro ese lugar ya había sido devastado, había pasado un mes y medio desde que todo esto había comenzado. Seguro ese lugar ya era historia, como todo en nuestro pasado. No sabíamos qué hacer.

- Hay que ir a revisarlo.- me dijo Elizabeth.

- No, no es seguro. No sabemos si la infección ya acabó con ese lugar.

- ¡¿Eres imbécil o qué?! ¡Seguro están armados hasta los dientes! ¡Deben tener equipamiento militar!

- Probablemente.

- Y entonces, ¿qué esperamos?

- Ve tú. No puedo fiarme de nadie, y ese lugar seguro ya fue devastado. Además, la raza humana es una mierda. ¿Por qué piensas que prefiero estar sólo?

- Eres un maldito terco.

Me quedé en silencio. Sabía que tal vez ella tenga razón, pero prefería estar sólo en un lugar que realmente conozco. "Tendremos que separarnos" le dije, y ella asintió. Ambos sabíamos que tendríamos que seguir nuestros caminos por separado, pero era todo lo que podíamos hacer.

Nos encontrábamos en la puerta de abajo de la casa, en silencio. Sabíamos que ninguno de los dos soportaría un adiós, por lo que optamos irnos callados, cada uno para nuestro destino. Abrí lentamente la puerta delantera y miré si estaban vacías las calles. "Adelante" le dije.

Avanzamos lentamente observando que ninguna de esas cosas se nos abalanzara encima, pero estaba todo tranquilo. Todo callado... Ambos fuimos en direcciones opuestas, y caminamos hasta que la silueta de los dos se iba desvaneciendo poco a poco. Era una sensación totalmente rara no tener a nadie cuidándote las espaldas, nadie con quien hablar, pero sabía que me iba a tener que acostumbrar a eso.

Seguí mi rumbo tranquilo, sin mas que uno o dos zombis por cuadra, nada difícil. Estaba por la zona industrial, observando las ruinas de lo que antes era un almacén. Tenía todos los vidrios rotos, y las puertas estaban abiertas. Sangre por todas partes. No me hubiese gustado haber estado ahí cuando esa masacre ocurrió. Habían cuerpos por todos lados, hasta colgando de las ventanas, todos despedazados por los zombis.

Seguí derecho por la calle, esquivando la basura y los autos abandonados, hasta llegar a la esquina. Todo había sucedido demasiado rápido. Apenas doblé, me encontré con 5 tipos que habían salido de la nada, todos apuntándome en la cara. Y estos no parecían nada amistosos... Mierda.