martes, 7 de febrero de 2012

ENTRADA 18: La jaula de los leones

Me encontraba totalmente agotado. Estaba tirado en el suelo, viendo cómo a pasos lentos se venían a mi todos los zombis. Era mi final. Apenas tenía fuerzas para levantar mi brazo, no iba a poder hacer mucho en esa condición. Estaba mareado, tenía la vista nublada, estaba por desmayarme. Simplemente no daba más.

Se estaban acercando, mi final estaba cerca. No podía terminar así, no de esta forma. Había luchado demasiado (relativamente) como para acabar ahí. Trataba de arrastrarme hasta llegar a algún lugar donde pueda aguantar un poco más y recuperarme sin que me hagan daño. Miraba para atrás y veía como se me acercaban, "esto no va a resultar" pensé. Me volví a recostar sobre el mueble de la recepción.

Me estaba por desmayar completamente. Era lo mejor, no quería estar despierto mientras aquellos me tenían como su almuerzo. Apenas había podido escuchar el par de disparos que se habían realizado. Escuchaba voces, creía que era producto de mi mente, que me estaba volviendo loco. Sólo me quedaban pocos segundos. Ya estaba cerrando los ojos. Había creído escuchar que gritaron mi nombre. Era Abby y su hermano. No entendía nada. Trataba de decirles que uno de esos hijos de puta me había golpeado varias veces y me había sacado mis cosas. Creo que habían entendido el mensaje, pues Ben había ido en el mismo camino que por el que fue el otro. Simplemente me dejé caer y me desmayé.

Podía escuchar como hablaban. Trataban de levantarme, pero no podía hacerlo. De las horas restantes no recuerdo mucho. Sólo tengo en mi mente recuerdos vacíos, pequeñas charlas que tuvieron durante las horas que me cuidaron.

Me desperté en la morgue de nuevo, sobre una de las camas donde anteriormente tenían a los muertos. Al ver eso, me asusté y quise salir corriendo, pero un dolor me recorrió todo el cuerpo cuando traté de levantarme.

- Tranquilo - me dijo Abby con su dulce voz - Te encontramos en el edificio del helipuerto. Ben encontró al tipo que te hizo esto. Estaba tratando de escapar, se resbaló y varios zombis acabaron con él, pero mi hermano recuperó todas tus cosas. Ahora descansa.

Me había vuelto a recostar, tranquilo, sabiendo que posiblemente no me irían a secuestrar de nuevo. Me encontraba descansando, charlando con Abby.

- Estuve preocupada por ti - me dijo - ¿lo sabías?
- Supongo. He recibido una paliza y ni siquiera pude defenderme - le respondí.

Habíamos tenido un momento de silencio, cuando me besó. Había quedado sorprendido. Realmente no me esperaba eso. No en ese momento, realmente pensé que eso iba a pasar más adelante.

Su hermano me estaba mirando con desprecio. Creo que no me veía como alguien que podría estar con su hermana. En este mundo es cuando más debería de cuidarla. Creía que tenía que cuidarme mis espaldas si llegase a estar sólo con él. No quería terminar en "la jaula de los leones".

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